Un nuevo futuro para las casas

32 años después, la Fundación Familia y Bienestar Social nos ofreció la cesión de estas casas, que eran propiedad de la Generalitat. Asumimos el reto de restaurarlas y convertirlas en un espacio abierto en el barrio, con el mismo espíritu de transformación colectiva de aquellos primeros jóvenes.

¡Manos a la obra!

La rehabilitación de las casas fue posible gracias a muchas manos y esfuerzos compartidos: personas voluntarias, entidades y empresas que hicieron realidad este proyecto. Algunos jóvenes incluso se formaron y trabajaron en la restauración, dando una nueva vida en el espacio y adquiriendo nuevas oportunidades.

Un espacio vivo y comunitario

Con la fuerza colectiva de muchas personas y entidades, las rehabilitamos y hoy son las Casas Comunitarias, un oasis para el barrio: un espacio de encuentro, aprendizaje y convivencia. Con su patio y espacios abiertos, son un punto de convivencia donde nos relacionamos, aprendemos y compartimos, haciendo del barrio un lugar más vive y acogedor.

Este es nuestro camino: transformar, construir y hacer comunidad. 40 años después, aquella semilla sigue viva.