Esta semana, hemos recibido la visita de la consejera de Educación y Formación Profesional, Esther Niubó, en el marco de su apuesta para abordar los grandes retos educativos del país. Una visita en la cual hemos querido poner en valor la tarea de proyectos como los nuestros, dedicados a combatir el abandono escolar y a promover nuevas oportunidades para los jóvenes.

Los datos recientes publicados por la Fundación Bofill en El estado de la educación en Cataluña. Anuario 2024 refuerzan la necesidad de este trabajo. Actualmente, el 14,8% de los jóvenes en Cataluña abandonan prematuramente el sistema educativo. A pesar de ser el dato más bajo registrada hasta ahora, se mantiene mucho por encima del objetivo europeo del 9% y de la media de la Unión Europea (9,5%). Las desigualdades socioeconómicas también tienen un papel determinante: más del 50% del alumnado de origen migrando se encuentra en situación de riesgo socioeconómico, en comparación con el 13,4% de los alumnos autóctonos. Esta realidad evidencia como las condiciones de partida siguen siendo determinantes para el éxito educativo y perpetúan ciclos de desigualdad que afectan familias y comunidades.

Ante esta situación, es imprescindible apostar por modelos de intervención que integren la formación, el apoyo emocional y la creación de entornos seguros. Ofrecer itinerarios personalizados permite que los chicos y chicas recuperen la confianza en sí mismos, retomen sus caminos educativos y se sientan valorados y escuchados mientras construyen su futuro.

Impactos reales: datos que hablan

En línea con nuestro compromiso con la juventud y la lucha contra el abandono escolar prematuro, hace décadas que trabajamos para ofrecer oportunidades a chicos y chicas en situación de riesgo. Desde hace 5 años, lo hacemos como Escuela de Nuevas Oportunidades de Sant Boi, impulsando programas de atención integral que atienen más de 70 jóvenes cada curso y que han demostrado que un acompañamiento personalizado puede transformar trayectorias de vida.

Ofrecemos a la juventud que no ha encontrado respuesta en sus necesidades en el sistema educativo apoyo para retomar sus estudios, acceder a formaciones laborales adaptadas o incorporarse en el mundo laboral. Gracias a este trabajo, ocho de cada diez participantes de la Escuela de Nuevas Oportunidades retoman sus estudios. Además, el 85% afirma haber recuperado la motivación para continuar aprendiendo, mientras que el 90% valora positivamente el acompañamiento emocional y las herramientas adquiridas para afrontar nuevos retos.

Nuestro modelo: poner los jóvenes en el centro

Cuando hablamos de acompañar los jóvenes, nos referimos a un modelo que los pone en el centro del proceso. Nuestro trabajo se basa al construir itinerarios personalizados que se adaptan a las necesidades de cada joven, entendiendo que no existen soluciones universales. Raquel López, coordinadora de la Escuela, lo explica así: “Cada joven es diferente y tiene sus propias necesidades. Nuestro objetivo es adaptarnos a cada uno de ellos, ofreciendo un acompañamiento personalizado que los ayude a recuperar la confianza en sí mismos y en su futuro”.

Acompañamos de manera integral, no solo desde el ámbito académico, sino también desde el apoyo emocional y social. Trabajamos para generar entornos de confianza donde los jóvenes se sientan escuchados y valorados, sin etiquetas ni estigmas, recuperando su autoestima y devolviéndolos la capacidad de creer en su propio futuro. Esto no es solo educar, es reconstruir un vínculo roto con el aprendizaje y ofrecer herramientas para afrontar retos vitales con autonomía.

Además, nuestro compromiso no se acaba cuando los jóvenes finalizan su formación en la Escuela. Cuando continúan estudiando ciclos formativos u otros itinerarios educativos, los seguimos acompañando durante dos años para garantizar que mantienen el ritmo de los estudios y superan las dificultades para continuar. “El seguimiento posterior es clave para evitar que se vuelvan a desconectar y consolidar todo el que han conseguido”, destaca Raquel López. Este apoyo constante es esencial para que los itinerarios formativos sean sostenibles y se traduzcan en oportunidades reales.

Uno de los aspectos esenciales de nuestro modelo es la orientación académica y personal. Muchos jóvenes llegan desmotivados, desorientados y con pocas expectativas de futuro, a menudo marcados por experiencias negativas en los ámbitos personal, social y académico. El vínculo que se crea con los referentes educativos es clave para romper estigmas, mejorar la autoconfianza y despertar nuevos intereses. Los ayudamos a descubrir posibilidades formativas y laborales que los permitan reorientar su presente y construir un futuro con vivencias positivas y llenas de oportunidades.

Manel, uno de los jóvenes que hemos acompañado, explica: “Cuando llegué a Marianao, me sentía perdido y sin opciones, pero aquí siempre confiaron en mí. Me ayudaron a prepararme para la prueba de acceso a grado medio, a encontrar un trabajo e incluso a conseguir una beca para formarme en mecánica. Ahora estoy estudiando una ingeniería en la universidad, una cosa que nunca había pensado que fuera posible para mí.”

Retos para el futuro: qué necesita el sistema educativo?

Todo y los adelantos conseguidos, revertir el fracaso escolar no puede recaer exclusivamente en iniciativas locales. Este es un problema estructural que requiere cambios profundos a nivel de política educativa y social. Es imprescindible invertir en programas de atención personalizada y prevención, fomentar alianzas entre escuelas, entidades y administraciones para construir itinerarios más flexibles y adaptados, y poner los jóvenes en el centro del sistema educativo, escuchándolos y considerando sus vivencias.

Las políticas educativas tienen que garantizar que ningún joven se quede atrás, con estrategias inclusivas que combinen la formación académica con la atención integral. Este enfoque no solo permitirá reducir las tasas de abandono, sino que también contribuirá a construir una sociedad más equitativa y cohesionada.

Un ejemplo de esta acción coordinada es la Plataforma de Escuelas y Centros de Nuevas Oportunidades de Cataluña, que acompaña miles de jóvenes con modelos educativos innovadores y personalizados y de la cual la Fundación Marianao es miembro. Con un 74% de los participantes que completan su itinerario, estas iniciativas son clave para revertir el abandono educativo. Aun así, es imprescindible garantizar el reconocimiento oficial y una financiación estable que asegure la continuidad como motor de segundas oportunidades.