La semana pasada vivimos una jornada interna muy especial en la Fundación Marianao, pensada para seguir avanzando hacia una entidad más inclusiva, consciente y transformadora. De la mano de Rodrigo Prieto y el Instituto Diversitas, nos adentramos en una formación dinámica y con herramientas para incorporar la mirada interseccional en nuestro día a día.

Con la ayuda de dinámicas creativas y reflexivas, dimos forma al monstruo de la desigualdad, aquel que nos atraviesa a todas y condiciona nuestras vidas. Un monstruo que se nutre de esos de poder como el género, el origen, la clase social o la diversidad funcional, entre otros muchos. Pero también descubrimos que sumando miradas, herramientas y experiencias, podemos hacerlo caer.

“Nuestra subjetividad está atravesada por este monstruo, vivimos en contradicción. No nos tenemos que autoflagelar por no llegar a todo”, nos recordaba Rodrigo Prieto. Con esta mirada compasiva, reconocimos que el cambio social empieza por dentro: revisándonos como personas y como equipo para detectar donde nos interpelan las desigualdades, donde todavía se nos tensan los hilos.

Salimos de la formación con un compromiso compartido: continuar trabajando para ofrecer la mejor atención posible en todas las personas que participan de nuestros espacios, desde el reconocimiento de la diversidad y con una actitud abierta al cambio y al aprendizaje continuo.

El Instituto Diversitas es una cooperativa de iniciativa social dedicada a la promoción de la diversidad y en la lucha contra las discriminaciones. Trabajan desde una perspectiva interseccional, prestando mucha atención a las desigualdades estructurales y a las dinámicas de privilegios y opresiones que nos afectan de manera individual y como sociedad.