Como cada 23 de abril, la plaza Joan N. Garcia Nieto, frente al edificio principal de la Fundació Marianao, se llenó de actividad a lo largo de todo el día para celebrar el día de Sant Jordi. Paradas, talleres, un concierto de coral y la valentía de personas mayores y jóvenes de salir delante de todos a recitar poemas y textos marcaron una jornada muy especial para todos.
El día comenzó a las 10 de la mañana, con la instalación de tenderetes de diferentes proyectos de la entidad: un taller de puntos de libro para la pequeña infancia y rincón de juegos por parte de Caliu, una muestra de artesanías y montaje y pruebas funcionales de bicis por parte de los jóvenes del Aula Taller, un espacio de sensibilización sobre violencias machistas dinamizado por SJC dones, un punto de manualidades e intercambio de libros del Club Social y un espacio de venta de artesanía elaborada por CIM – Jovinc.
La plaza se fue llenando a lo largo de la mañana gracias a todos estos proyectos, y aún lo hizo más con la llegada de las mujeres del Col·lectiu Suma, que leyeron poesías y textos (algunos propios) delante de todos. Mientras tanto, desde el proyecto Pont repartieron el desayuno que habían preparado para todos y los jóvenes de la UEC empezaron su taller de llaveros.
Uno de los grandes momentos de la jornada fue el concierto de la coral de la Fundació, que ofreció un reparto de conocidas canciones de cultura popular. A continuación, las personas que habían participado en el voluntariado por la lengua a través de parejas y tríos lingüísticos para practicar el catalán en las últimas semanas, tomaron el escenario en un breve acto de clausura.
Después de un almuerzo de trabajadores organizado por el equipo de la Trailwalker, la actividad se reanudó por la tarde con juegos, talleres y venta de artesanía con el Casal infantil y juvenil. Finalmente, los participantes de los Marianao Florals, un certamen con las categorías de poesía, narrativa y dibujo ideado desde Esfera Jove, presentaron sus obras ante jurado y público como clausura de un día de Sant Jordi ideal, lleno de actividad y solidaridad y sin una gota de lluvia.